Mezclar la sal, azúcar y pimentón y embadurnar la pieza de cochinillo por todos los lados y dejar macerando toda la noche.
Al día siguiente, quitar toda la sal y lavar bien bajo el grifo, colocamos en una fuente para horno, untando bien con manteca de cerdo con la piel arriba (en mi caso con un poco de aceite oliva virgen). Añade agua, como unos 2 cm en la fuente o bandeja, y unas hojas de laurel. Tapa la carne con papel de horno y encima pon papel de aluminio, cubriendo bien y en horno precalentado a 150ºC estará 3 horas, queda ideal.
Mientras puedes forrar el molde con papel film, dejando que sobre por los lados para poder tapar una vez pongas la carne.
Saca el cochinillo del horno y retira el papel y aluminio, (lo verás de un color poco atractivo, pero muy tierno.
Desmenuzas la pieza quitando los huesos lo pones en un bol y condimentas con sal si necesita, con pimienta negra molida, un poco del jugo del asado y la salsa teriyaki, mezcla bien y echa esta carne en el molde forrado.
Tapa con el film sobrante y prensalo bien para que quede compacto.
Lo dejamos reposar 2 horas en la nevera.
Una vez listo, desmoldamos y lo introducimos al horno a 200 grados 15 min, se creará una capa tostada en el exterior pero se mantendrá jugoso por dentro.
Se trata de una sabrosa crema de patata y chorizo que serviremos con textura de espuma, acompañada de unos pimientos de Padrón fritos y unas laminas de trufa de verano.
Cocemos, con el agua justa, la patata pelada y entera, ya que de trocearla ésta absorbería más agua de la deseada. Junto con la patata cocemos 10 minutos aproximadamente el chorizo (podemos elegir la variedad que deseemos para darle nuestro toque personal)
Una vez cocida la patata y el chorizo lo trituramos junto con la nata y parte del caldo de cocción. Rectificando de sal y pimienta. Introducimos la crema en un sifón de 0,5 litros y metemos una carga de gas (podemos mantenerlo caliente al baño maría). Ya que la mayoría no disponemos de sifón podemos saltarnos este paso y emplatar como una crema. El sabor será el mismo, solo variará ligeramente la textura.
Freimos los pimientos en aceite de oliva hasta que esten dorados de forma uniforme.
Cortamos unas laminas de trufa de verano, la variedad que he escogido es bien asequible y fácil de encontrar en algunos supermercados con zona gourmet, viene en un bote de cristal hermético para su conservación.
Al morder los pequeños cuernos o ramas que forman la salicornia se percibe un intenso sabor a sal. La salicornia es una planta carnosa que se conoce también como espárrago de mar o hierba salada. Crece en las zonas donde se concentra agua salada, como las salinas. Existen varias especies de salicornia y casi todas son pequeñas, usualmente menores a 30 centímetros de altura. Cada vez son más frecuentes en la alta cocina.
Usos de la salicornia
Su uso no se reduce exclusivamente a la cocina. La salicornia se utiliza en la industria por su alto contenido en sal, ya que es muy interesante para la fabricación de productos como el jabón o el vidrio. Además, se usa medicinalmente por su elevado nivel en yodo y magnesio. Se compone prácticamente de agua y sales minerales, y cuenta con una importante concentración de fibra, sin aportar calorías. Se utiliza como sustituto de la sal común, para sazonar algunos platos. En los últimos años se está empleando también en la industria del biodiesel.
La salicornia en la cocina
En el Reino Unido, agrupada en el género del hinojo marino, es una de las plantas que se cocina al vapor o al microondas –salteada con mantequilla–. Una vez cocida, queda con una textura similar al de las algas, y su sabor salado recuerda al mar, por lo que se utiliza para acompañar a pescados y mariscos. Su curioso aspecto también convierte a esta planta en un elemento decorativo de cuantiosos platos, ya sea colocando una ramita sobre un lomo de lubina, merluza o cualquier otro pescado, aportando color y sabor. Asimismo, la salicornia se utiliza para sustituir a la sal en platos como postres, cremosos de queso y otras creaciones de alta cocina.
En los últimos años sobre todo, prestigiosos chefs emplean la salicornia como guarnición de diferentes platos, desde pescados hasta mariscos. Puede consumirse en crudo, al vapor, frita o ligeramente salteada. Incluso en una menestra de verduras. De sus semillas, igualmente, se extrae un aceite de alta calidad.
Propiedades de la salicornia
A la salicornia se la conoce popularmente como ‘la planta (casi) milagrosa”
Puede ayudar a reforzar el sistema inmunológico y, por tanto, mejorar la capacidad del organismo para luchar contra el cáncer.
Su textura, rica y crujiente, es rica en proteínas, hidratos de carbono, ácidos grasos insaturados (buenos para el corazón en particular y la salud en general), vitaminas y minerales como el calcio, el magnesio, el sodio, el potasio y el yodo. Estos tres últimos lo convierten en una buena fuente de hidratación.
Como hacer un Ferrero Rocher de dimensiones epicas!
Se te caerá la baba literalmente cuando pruebes este maravilloso postre que te traigo hoy, no tiene una gran dificultad si controlamos un mínimo de técnica a la hora de trabajar con chocolates.
Para esta receta, además de los ingredientes, necesitaremos un molde de silicona para realizar esferas
Ingredientes
Para 4 personas
Chocolate negro 250 g
Chocolate c/ leche 250g
Mantequilla 100 g
Huevos 4
Azúcar 100 g
Nata líquida para montar 200 ml
Crocanti de almendras
Avellanas enteras
La primera tarea será la realización de una mousse de chocolate, con la que formaremos el centro de nuestro ferrero.
Lo primero es fundir el chocolate, lo que haremos al baño María o en el microondas, en tandas de un minuto y siempre a potencia media. Una vez tenemos el chocolate fundido, lo aireamos para que baje un poco su temperatura. Por otro lado, montamos la natacon las varillas y la dejamos bien firme en la nevera para que se mantenga fría.
Después separamos las claras de las yemas, agregando éstas últimas a la mezcla de chocolate y mantequilla cuando se haya enfriado un poco. Montamos las claras, primero a velocidad lenta y luego más rápido. Cuando están casi montadas, añadimos el azúcar poco a poco y seguimos batiendo hasta que estén bien firmes y brillantes como para hacer un merengue.
Incorporamos el merengue de claras a la mezcla de chocolate y yemas, pero lo hacemos poco a poco y siempre dando movimientos envolventes. No añadimos todas las claras de golpe sino que añadimos un poco y lo mezclamos y repetimos la operación para que las claras no se bajen. Una vez incorporadas las claras, hacemos la misma operación con la nata montada.null
Añadimos un poco de la nata montada al bol donde estamos montando la mousse y una vez integrado, seguimos incorporando nata hasta que nos quede más o menos homogéneo. Con una espátula de silicona y dando siempre movimientos envolventes lo conseguiremos en unos 5 minutos con un poco de paciencia.
Una vez lista nuestra mousse la introducimos en nuestros moldes, añadiendo 2 o 3 avellanas en el centro de la mezcla. Una vez terminado congelaremos la mousse 24 horas.
Pasado este tiempo, desmoldamos nuestras esferas y las rebozamos en crocanti de almendras, presionando con fuerza para que se incrusten bien en la superficie.
Con la ayuda de una brocheta, bañaremos nuestro ferrero en chocolate con leche fundido, escurrimos el exceso de chocolate con movimientos circulares para evitar la formación de gotas solidificadas, y las enfriamos en la nevera durante 2 h.